El 11 de febrero de 1983, el diario telavivense "Yediot Ajronot" (Ultimas Noticias), como todos los otros medios de prensa, publicaba la foto de EMIL GRUNZWEIG, un jóven educador, activista del Movimiento "Shalom Ajshav", abatido, la noche anterior, por una granada arrojada contra manifestantes que protestaban -en Jerusalem- contra la conflictiva complicación bélica de Israel en el Líbano.
Recordamos a Emil, hombre del Neguev, humanista y militante por la paz y el derecho a la vida, asesinado por la intolerancia de grupos marginales de ultraderecha nacionalista que hoy, a treinta años del atentado, persisten provocando al sistema democrático y a lo sociedad civil en Israel.